Un proceso de adaptación emocional
«Las raíces no están en un lugar, sino en las personas y en los recuerdos que llevamos con nosotros.» — Isabel Allende
Este tipo de duelo no está relacionado con la pérdida de una persona, sino con la despedida de un entorno conocido: el hogar, la cultura, los amigos, y en algunos casos, una parte importante de la identidad.
¿Qué es el duelo migratorio?
El duelo migratorio es el proceso que atraviesa una persona al dejar atrás su lugar de origen. Este duelo es complejo y multifacético porque implica despedirse de aspectos tangibles, como el paisaje, la comida y las rutinas, pero también de elementos intangibles, como las costumbres, el idioma y las relaciones personales.
A diferencia de otros tipos de duelo (la pérdida de un ser querido, la pérdida de dinero, la pérdida de cosas materiales, etc.), el migratorio no suele tener un cierre definitivo, ya que muchas veces se vive entre dos mundos: el país de origen y el nuevo país. Esta dualidad puede generar sentimientos encontrados de nostalgia y esperanza, alegría y tristeza. Lo más habitual hay una sensación de perdida de las raíces.
Las etapas del duelo migratorio
El duelo migratorio no es un proceso lineal, pero puede dividirse en varias etapas que ayudan a comprenderlo mejor:
La euforia inicial: Aquí, la novedad del cambio suele generar entusiasmo y curiosidad por descubrir el nuevo entorno. Se suele sentir euforia en los casos donde la migración es voluntaria, es por decisión propia sin que sea un aspecto de necesidad vital.
El choque cultural: cuando el estado eufórico desaparece, surgen dificultades para adaptarse a la nueva cultura, lo que puede generar sentimientos de frustración, soledad, extrañeza, inadecuación.
El sentimiento de nostalgia y duelo: Se experimenta una profunda sensación de pérdida y tristeza por lo que se ha dejado atrás. Uno llega a sentir el cambio de una forma mucho más intensa y profunda.
La adaptación: Con el tiempo, se comienza a construir una nueva rutina, se crean relaciones y se empieza a integrar lo nuevo con lo antiguo. El sentimiento de perdida va disminuyendo, sin desaparecer, creándose espacio interno para lo nuevo.
Biculturalidad: Finalmente, se logra convivir con ambas culturas, creando una identidad que combina aspectos de las dos. Llegando a tener sentimientos de gratitud y felicidad.
¿Qué factores influyen en el duelo migratorio?
El impacto del duelo migratorio varía de una persona a otra y depende de varios factores:
- La edad: Los niños y los adultos mayores pueden experimentar el duelo de manera diferente, ya que los jóvenes tienden a adaptarse más rápido, mientras que los mayores pueden sentir más apego al lugar de origen.
- Tener una red de apoyo: Contar con familiares, amigos o comunidades que compartan la experiencia migratoria puede aliviar el proceso. El apoyo de otras personas que han vivido eso lo que a ti te pasa ayuda mucho a que la integración sea más liviana y rápida.
- La motivación principal para migrar: Hay varios motivos por los cuales las personas migran. Es por elección propia, por necesidad o por circunstancias forzadas. El motivo de la migración tiene un papel muy importante en la creación de un trauma o no. Se compasivo contigo si estás en una situación de necesidad o circunstancias forzadas.
- La duración de la estancia: La percepción de permanencia o temporalidad influye en cómo se vive el duelo. Aporta o no facilidad en adaptarse al nuevo ambiente, en crear o no conexiones, en crear o no una vida nueva en el nuevo país.
Vivir el duelo migratorio de una forma saludable y evitar la creación de traumas tiene una importancia mayor. Hablamos sobre las vidas de seres humanos y sobre la calidad de esta. Te comparto unas acciones que puedes tomar si te encuentras en esta situación.
El reconocimiento de los sentimientos que tienes. Valida las emociones que te surgen y entiende que sentir tristeza, miedo o ansiedad es normal.
Mantén las conexiones con tu cultura de origen. Ten presente en tu nueva vida aspectos de tu país de origen, como la comida, la música, las tradiciones, hablar en tu idioma, etc.
Empieza a crear nuevas redes. Conoce gente nueva. Involucrarte en actividades locales, comparte tu historia con personas que no son de tu país, se curioso/a por la nueva cultura, crea nuevas amistades, etc.
Busca apoyo profesional si lo que te esta pasando en el cambio es demasiado para ti. Un profesional de la terapia te puede ayudar a procesar las emociones y a encontrar herramientas para manejar el duelo de una forma más llevadera sin que te abrumes.
La adaptación toma tiempo, y es importante ser compasivo contigo mismo/a durante este proceso.
Acuérdate que estás viviendo una experiencia compleja que afecta a nivel emocional, social y cultural. Reconocerlo como un proceso natural te permite afrontarlo con más comprensión y empatía hacia ti mismo. Aunque dejar atrás un lugar querido puede ser doloroso, también abre la puerta a nuevas experiencias, aprendizajes y formas de crecer. No dejes de confiar.
